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lunes, 23 de diciembre de 2013

New begining...

Ojalá así sea!!!


Espero el 2014 con impaciencia.

No sé si es importante, pero nunca es demasiado tarde para ser quienes queremos ser. No hay límite en el tiempo, puedes empezar cuando quieras. Puedes cambiar o seguir siendo el mismo. No hay reglas para tal cosa. Podemos aprovechar oportunidades o echar todo a perder, espero hacer lo mejor. Espero ver cosas que me asombren. Espero sentir cosas que nunca sentí antes. Espero conocer a gente con un punto de vista diferente. Espero vivir una vida de la que esté orgullosa. 

Y si me doy cuenta de que no es así......espero que tenga el valor suficiente para volver a empezar de cero.

Espero ser valiente para cumplirlo.

jueves, 19 de diciembre de 2013

Ser invisible

No se me ocurre otra cosa para empezar esto excepto diciendo que no quiero que la gente que lo lea se sienta mal... no va por vosotros... es algo que quería decir y no sabía como...
 
Esta mañana le he dicho a un persona que me hubiese gustado ser invisible... y no me equivoco... hay momentos como broncas, peleas, malos momentos en general en los que no me hubiese gustado participar... hay muchas cosas que cambiaría de mi vida, ya sean del pasado o del presente.
No entiendo como la gente puede pasear y estar en el mundo sin darse cuenta de lo que le rodea y de lo que está pasando continuamente... hay otras personas que aunque lo saben pasan de ti... hay otras que lo intuyen pero  sólo se limitan a decirte que te pasa o estás bien? ... ninguna de esas personas es capaz de perder sus mejores momentos por estar ahí, y ayudarte...
Estoy harta de ser la misma buenecita de siempre que hace todas las cosas, que pierde la cabeza y lo que haga falta por ayudar a los demás...y luego no recibir nada a cambio...a veces ni si quiera un gracias.
Por esos momentos hay veces en los que querría ser invisible o no existir... y ver las cosas desde fuera... como una extraña, como un fantasma...
Solo puedo deciros que ojala algún día os deis cuenta de lo que pasa a vuestro alrededor y que no sea demasiado tarde para arreglarlo.Y daros las gracias a esos poquitos que estáis en los momentos difíciles... porque no sabéis lo importante que eso es para mí... de verdad, de corazón...

lunes, 16 de diciembre de 2013

El sentido de la vida


Desde hace mucho tiempo veo que mi vida está yendo por un rumbo oscuro. No sabría explicarlo con demasiada exactitud. No sé lo que quiero en mi futuro, no sé cuál es mi camino. 

Voy a resumir mi vida en pocas palabras. No sé, esa es la frase exacta, no supe qué carrera escoger, no sé por qué me siento tan diferente a todos lo que me rodean, no sé por qué mi familia no me comprende, no sé por qué mis amistades se van perdiendo. Lo único que sé, es que de alguna manera soy culpable, pues me alejo del mundo y me encierro entre paredes a escribir. 

Escribo y escribo desahogando mis pensamientos. Seré que soy un bicho raro… o que no acepto el vivir en este mundo. Podría definirme como una persona sensible, creo que inteligente, perfeccionista y que aspira a grandes cosas, grande sueños, pero a la hora de la verdad, tengo miedo, nunca doy el salto y caigo, caigo vertiginosamente. Puede que no esté explicando demasiado bien lo que me sucede, pero es que ni yo misma sé lo que me pasa. Será cosa de la edad pero, ¿por qué parece que soy la única que tiene todas estas dudas y temores?. De verdad, no hay nadie más por ahí… 

Voy a intentar explicar los problemas más intensos que tengo conmigo misma. Soy una persona, no tímida, pero si temerosa, pienso siempre en el que dirán los demás, en el daño que pueden causarme, en si hago lo correcto o no, me odio por esto, pero no puedo evitarlo, desde pequeña mis amigos, mi familia,… me he sentido sometida a críticas y a etiquetas. Eres esto, eres lo otro… ¿y si no quiero ser eso?, ¿y si quiero ser diferente?, ¿y si estoy eligiendo porque los demás han elegido por mi?, ¿soy una persona aburrida, infeliz o eso es lo que se intenta anteponerme?, ¿soy la culpable, el monstruo o lo son los demás? Necesito una respuesta… pero no tengo una pregunta clara. De verdad… necesito ayuda, pues las fuerzas me abandonan y cada día se hace más pesado el respirar…

* * *

La vida es el suceso más excepcional que tiene un ser humano, pues es esto lo que me da la posibilidad de decidir siempre estar mejor, eso no quiere decir que en ocasiones las cosas no sean como quiero, sin embargo, el ser humano es un ser que debido a su raciocinio y haciendo gala de él, puede edificar cosas diferentes para sentirse mejor en este camino de la vida que si vemos positivamente. Encontraremos, según nuestras habilidades, actividades muy productivas y que den la posibilidad a otros de sentirse bien y por añadidura a mí también. Es muy importante aprender a conocerse a uno mismo, con defectos y virtudes y aceptarse tal y como se es pero siempre con la posibilidad de dar la oportunidad de querer cambiar si así se desea y si eso me haría sentir lo más placentero en este camino de la vida. 

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Creo que tengo una mente bipolar y debería buscar en mi localidad algún terapeuta que me pueda ayudar a establecer un plan de vida teniendo en cuenta la complejidad de mi cerebro.

Ser o no ser




Ser madre no es algo que se improvise, para tener un embarazo armonioso y darle al bebé todo lo que necesita es importante estar preparada física y mentalmente... pero y si al final, después de meditarlo profundamente llegas a la conclusión, te das cuenta, de que no quieres, no por problemas económicos, ni por trabajo, no busquéis más este tipo de motivos... simplemente yo no me veo, es mi elección de estilo de vida.

“¿Y tú, para cuándo?, se te va a pasar el arroz, ¿es que no te gustan los niños?, te pierdes lo mejor de la vida...”. Esta es la retahíla de preguntas y sentencias que las mujeres escuchamos cuando afirmamos no querer procrear y más aún, generalmente somos impelidas a dar explicaciones a esta “controvertida decisión”.

Aún, en estos tiempos en los que vivimos, el no tener hijos se considera algo raro o desviado, la sociedad todavía se plantea la maternidad como un destino, una hoja de ruta por ser mujer, cuando se opta voluntariamente a no ser madre crea sorpresa… por favor que no somos de otro planeta, no es antinatural.

El deseo universal de procrear es un mito, no todo el mundo quiere ser madre o padre, aunque soy del parecer que, sí, que existe presión social a favor de la maternidad, no siendo así hacia la paternidad, cuando un hombre decide no ser padre es aceptado, entonces sí que se buscan todo tipo de excusas de las de un tipo y de las del otro.


En definitiva, aquellas que no queremos descendencia, no tenemos roto el llamado reloj biológico de la maternidad que se supone que a toda mujer le hace tictac llegada cierta edad. Con este comentario me viene a la cabeza la exprimera ministra de Australia, Julia Gillard, que durante su carrera política fue objeto de más de una crítica por parte de sus adversarios por no tener hijos. El líder de la oposición en 2012, Tony Abbott, desacreditó la decisión del Gobierno de Gillard de reducir las ayudas por bebé alegando que carecía “de experiencia en la crianza de los niños”. Unas palabras que la líder laborista y sus compañeros de partido interpretaron como un ataque personal hacia la dirigente. No era la primera vez, ya que en 2007, el senador conservador, Bill Heffernan, aseguró que la política no tenía liderazgo porque era “deliberadamente estéril”… acaso una mujer soltera y sin hijos ¿no podía llevar asuntos importantes en un país?...

Mi vida me gusta tal y como es, yo no cuestiono la forma de vida de las mujeres que son madres, lo que no quiero es que cuestionen la vida de las mujeres que no lo somos, yo llevo una vida “plena” y ¿egoísta?... en la vida todo es egoísta, cuando eliges un camino siempre pierdes y ganas algo... No hay ninguna opción ideal.

martes, 10 de diciembre de 2013

La honestidad



Es aquella cualidad humana por la que la persona se determina a elegir actuar siempre con base en la verdad y en la auténtica justicia (dando a cada quien lo que le corresponde, incluida ella misma).

La honestidad es aquel que no toma nada que no le pertenezca, no oculta nada, se ve en la transparencia de los actos cotidianos, tiene el coraje para decir siempre la verdad, no hace cosas que dañen a los otros, obra de forma correcta y clara.

 

Ser honesto es ser real, acorde con la evidencia que presenta el mundo y sus diversos fenómenos y elementos; es ser genuino, auténtico, objetivo. La honestidad expresa respeto por uno mismo y por los demás, que, como nosotros, "son como son" y no existe razón alguna para esconderlo. Esta actitud siembra confianza en uno mismo y en aquellos quienes están en contacto con la persona honesta. Así podemos identificar a una persona honesta.

Las acciones que debemos poner en práctica para ser honestos es ser honrados, honorables, auténticos, transparentes, sinceros, francos, valientes...

Si queremos ser honestos conozcámonos más a nosotros mismos, expresemos sin temor lo que sentimos o pensemos siempre con respeto, no perdamos de vista la verdad, cumplamos nuestras promesas, luchemos por lo que queremos jugando limpio y no hagamos cosas que dañen a nuestra familia, nuestra institución y nuestra patria sólo por nuestro bienestar personal.

Hay que tomar la honestidad en serio, ser conscientes de cómo nos afecta cualquier falta de honestidad por pequeña que sea… Hay que reconocer que es una condición fundamental para las relaciones humanas, para la amistad y la auténtica vida comunitaria.

Ser deshonesto es ser falso, injusto, impostor, un fraude. La deshonestidad no respeta a la persona en sí misma y busca la sombra, el encubrimiento, es una disposición a vivir en la oscuridad. La honestidad, en cambio, tiñe la vida de confianza, sinceridad y apertura, y expresa la disposición de vivir a la luz, la luz de la verdad.

Está presente en nuestra vida cotidiana cuando... se ve cuando se miente, se roba, se engaña, se hace trampa. Esta es la reflexión en relación a la pérdida de un libro electrónico, quien lo tenga se engaña a sí mismo y a los demás porque lo ha conseguido de una manera incorrecta, carece de honestidad.


lunes, 25 de noviembre de 2013

Aburrirse en el trabajo es peor que tener muchísimas tareas



Sólo hay una cosa peor que tener muchísimo trabajo. Es no tener nada que hacer.

No tener nada que hacer en el trabajo causa una sensación de angustia. No sólo porque se pierde el tiempo entre bostezo y estiramiento sino porque además se convierte en un elemento de bloqueo vital.

Hay estudios que demuestran que el aburrimiento puede ser causa de errores graves porque la mente se bloquea y el cerebro se desconecta. Sin embargo, ¿hay algo de encantador en el hastío?... un poco pasa pero si el hartazgo y el bostezo se convierten en rutina, el problema ya se incluye en la categoría de grave. Sufrir una sensación de hastío durante ocho horas diarias no es, en absoluto, recomendable.

Si se tiene en cuenta que pasamos trabajando tres cuartas partes de la vida, aburrirse en el puesto laboral significa que me aburro durante la mayor parte de mi vida.

Ante esta situación, no caben demasiadas soluciones. Evitar el tedio, en cualquier caso, depende exclusivamente de cada uno. Si no se puede encontrar una motivación en el trabajo, el aburrimiento será inevitable y en estos casos no hay diferencias entre sacar fotocopias o ser ministros.

El tedio laboral aparece una mañana y desde ese día se convierte en un compañero inseparable. Esta sensación de hastío laboral lo he denominado “el síndrome del lunes por la mañana”, que en los casos más críticos podríamos denominar también como “el síndrome del domingo después de comer”. Estamos en la primera fase si tenemos obsesión por apurar los últimos cinco minutos antes de irse a dormir el domingo; en la segunda fase, se comienza con tener nostalgia por la libertad de los fines de semana y las vacaciones. La tercera fase se caracteriza por añadir a la etapa anterior imágenes desagradables del trabajo: el jefe arrogante, el compañero trepa… Yo las he pasado todas.

Con semejante panorama es difícil llegar ilusionado y motivado a la oficina después de despertar.

Los psicólogos describen el aburrimiento en el trabajo como un estado emocional de insatisfacción que no radica solamente en el tipo de actividad que se realiza, sino, sobre todo, en la satisfacción que produce realizar ese trabajo y en la percepción que tenemos de él. Del mismo modo que la ilusión me hace sacar fuerzas y trabajar muchas horas sin cansarme, el aburrimiento me agota antes de empezar a trabajar. Hay tareas monótonas, repetitivas, mecánicas, cuya propia naturaleza podría explicar mejor la sensación de monotonía pero, sin embargo, el aburrimiento nace muchas veces de la sensación de estar estancada, de perder el tiempo en algo que no me interesa o en lo que no creo, pero a lo que estoy atada para pagar las facturas.

Mi empresa y más concretamente su manera de organizar el trabajo tienen parte de culpa, me abonan al camino del cansancio. Mi ruta del aburrimiento está perfectamente descrita: me he cansado porque no tengo una experiencia real de progreso y la tarea a la que me dedico o no ha empezado aún o no tiene principio ni final definido. Continuará....