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jueves, 31 de octubre de 2013

El caracol



Texto dedicado a estos moluscos gasterópodos provistos de una concha espiral a los que yo salvo con devoción, después de una copiosa lluvia, para que no sean aplastados y devorados por animales varios (incluidos los humanos). Todavía no acabo de comprender por qué son tan exquisitos si lo importante del plato es la salsa ¿¡?! La reflexión es, entonces, ¿para qué poner los caracoles?.

Sí, estos animales también se pueden disfrutar como mascotas. Los aspectos positivos a tener en cuenta son que, algunos ejemplos comparativos: no tienes que sacarles a hacer sus necesidades a la calle, no te despiertan ladrando, llorando o gimiendo por la noche, no hay por qué preocuparse porque estén ensuciando la casa o destrozándola o subiéndose al sofá… entre otros… pero, sin embargo, esto no quita que, posiblemente, requieran de cierto cuidado para que estén sanos y sean felices.

Veamos que se podría hacer para tenerlos confortablemente.

El caracol necesita un ambiente húmedo pero no mojado, así que utilizaría un pequeño acuario cubriendo la parte superior con una malla (seguramente de alambre) que se pudiera abrir y cerrar sin dificultad. El suelo del acuario sería cubierto con hierba de jardín o turba, eliminando las bacterias para evitar posibles problemas (por ejemplo calentando la base del acuario), colocaría piedras, corteza, hojas o trozos de una olla de barro rota dentro del acuario… todo ello dispuesto con gusto. Le alimentaría con un mezclum variado de verduras: lechuga, hojas de plantas de jardín, col y en algún momento, le daría algún premio con calcio (es bien sabido que si les falta este alimento son capaces de comerse su propia concha).

En cuanto a la interacción con ellos, es limitada, pero siempre se puede deslizar el dedo por debajo de su cuerpo para jugar.

Ni tan lentos ni tan tontos, ¿sabéis que los caracoles invierten un 40% de su energía en producir baba, por lo que aprovechan el rastro dejado por otros para desplazarse?... ni tan inofensivos, ¿sabéis que existe una especie que cuando avanza extienden un parásito denominado Angiostrongylus vasorum que resulta mortal para los perros?

jueves, 24 de octubre de 2013

Definición (en clave ciencias) de mi misma



Un texto para sonreír.

Capacidad para establecer modelos y relaciones lógicas en series complejas formadas por elementos abstractos (con capacidad muy marcada para identificar relaciones lógicas, abstractas o para razonar basándose en contenidos no verbales), extremada agilidad para captar relaciones lógicas o descubrir reglas. Durante la realización de los ejercicios resuelvo correctamente la mayoría de ellos, incluyendo los de dificultad muy alta, realizando la tarea con extremada agilidad y rapidez. 


lunes, 21 de octubre de 2013

La muerte



Texto dedicado a mi tía-abuela, Vale, fallecida el 17 de octubre de 2013, sobrepasados los 85 años. Siempre aflorará en mí, en algún preciso instante de mi vida, tu imagen, esa imagen de muchas Navidades atrás. En la Mama también.

La concepción de la muerte es como un fin o como un tránsito de la vida, un evento que se obtiene como resultado de la incapacidad orgánica de sostener la vida (la llamada homeostasis en términos técnicos). Científicamente, definida de tantas formas diferentes… es el cese de la actividad cardíaca o pulso, es la ausencia de reflejos, la desaparición de la respiración visible, la falta de actividad (bioeléctrica, en este caso) en el cerebro. Es lo puesto a nacimiento.

La muerte es algo de lo que nadie puede escapar, sigue a la vida con tanta seguridad como la noche sigue al día.

La muerte hace espacio para la renovación y la regeneración. La muerte junto con la vida es lo único que une a la raza, no discrimina, nos despoja de todo: fama, riqueza, poder, etc… son todos inútiles.

Pocos nos preparamos para la certeza de la muerte, ¿qué es?, ¿qué pasa?, ¿es algo a temer, algo terrible?, ¿es hueca y vacía?, ¿un proceso hacia la nada?, ¿una puerta?, ¿una transformación?, ¿un fin?, ¿otra fase?.. hay tantas preguntas…

Vale, tú moriste bien porque viviste bien, fiel a tus convicciones, trabajando por y para llevar felicidad a los demás, la muerte es tu placentero descanso, es tu sueño bien ganado después de una vida de agradable ejercicio.


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El cuerpo humano consta de un montón de células individualizadas y la vida es la fuerza inherente que armoniza el infinitamente complejo funcionamiento de este arrebatador número de células. A cada momento, enormes cantidades de estas células mueren y son reemplazadas por el nacimiento de otras. A este nivel, cada uno de nosotros está experimentando día a día los ciclos de nacimiento y muerte. Ella no nos es extraña.

domingo, 20 de octubre de 2013

El ahora (parte I)



La entrada anterior describía mi estado cuando no veía el sentido positivo. Ahora, aunque en algunos momentos recaigo, y algunos aspectos siguen igual o sigo pensando lo mismo, gracias a últimas lecturas me he dado cuenta de que siempre hay un lado positivo, sólo hay que buscarlo y encontrarlo. Encontré el flotador…

Este texto está dedicado a los escépticos, pesimistas, sabelotodos que creen que su verdad es la única que existe y los que siempre imponen su razón. Para opinar hay que conocer, sino es demagogia. Nadie debería opinar de lo que no sabe, de lo desconocido, hay que enfrentarse a este desconocido con la mente abierta, para poder recibir, todo es una lección (lo importante no es quedarse con el tamaño de la misma).

Estas lecturas, que algunos llaman ligeras, me ayudaron cuando nada ni nadie podía, quería o sabía hacerlo.

Como comentaba, las primeras frases que me han impactado y he interiorizado han sido “perdónate, acéptate, reconócete y ámate porque tienes que vivir contigo misma por la eternidad” y “culpar a los demás es no aceptar la responsabilidad de tu vida, es distraerse de ella”. Sí, he decidido ser feliz con mis virtudes y mis defectos, porque lo positivo y lo negativo viven dentro de mí, sólo he de alimentar más lo positivo para que sea el vencedor cada vez que tengan que enfrentarse. Hay tantas pequeñas cosas de las que puedo gozar y nuestro paso por la tierra es tan corto, que sufrir es una pérdida de tiempo hay que disfrutar siempre de las pequeñas cosas, de los instantes… porque eso es la vida... nunca es tarde… no quiero perder más mi tiempo.

Otra frase que me ha impactado mucho es “todo lo que necesitas SER para SER lo que quieres SER, ya lo ERES”… de aquí saqué la siguiente reflexión… otra cosa es que sepas quien ERES…. y si lo sabes, que te atrevas a serlo… en ello estamos, nunca es tarde. He creado una lista de deseos, de objetivos, de ambiciones... unos ya los he conseguido, otros “estoy en ello”, otros parecen ser inmediatos, otros serán arduos y difíciles… pero no me voy a rendir, no voy a pensar más que no puedo... yo no quiero ser mi propio límite.

Lo que no sirve, es no hacer nada.

Llegaremos a la orilla cueste lo que cueste, ya os iré contando cómo progresa mi natación.

jueves, 17 de octubre de 2013

Yo era...



Por favor, no sigas si no te apetece leer palabras y pensamientos que sólo evocan negatividad… era un mal día, mala semana, mala época, os dejo un texto nocivo.

Todo sigue igual en el trabajo, las semanas laborales son largas, muchas horas sin nada que hacer. Algunos pensaran pero si tienes trabajo, cobrando a final de mes, ¿se está bien estar en el trabajo sin hacer nada?, ¿sin estar estresada?, pero el no hacer nada me crea estrés (con un poco no se enferma), angustia, depresión,… me gustaría poder mostrar mis aptitudes y en vez de eso, me paso el día releyendo noticias de diferentes diarios y mirando cotilleos en diferentes revistas. No puedo seguir mucho tiempo más así, estoy deprimida, sí, lo confieso.

Comienzo a pensar que no sirvo para nada, que no tengo valor como persona, que no soy nadie, a veces me pregunto cuál es mi contribución en esta sociedad pero no he encontrado la respuesta aún. No tengo hobbys, al menos si los tuviera, me podría pasar el día entretenida en cuerpo y alma en ello, pero no encuentro nada… vivo amargada, mi situación es tal que ha alcanzado todos los momentos de mi vida, ni me considero profesional ni mujer ni , soy un fracaso, una vida errante que se mueve por la marea, de aquí para allá sin rumbo fijo, sin saber dónde está mi lugar.

Sí, sí, afirmo que soy una cobarde por no intentar cambiar; me quejo, me da un puntazo repentino y en ese momento actúo (en este caso lo vomito y lo plasmo aquí), pero es sólo un ratín, después me rindo y vuelvo a mi estado “de letargo”, el que me acompaña desde hace innumerables años.

Sí, sí, envidio a mucha gente que ejerce un control en su vida, envidio su fortaleza, su tesón, su voluntad, su valentía… envidio tantas cualidades que a mí me faltan. Muchas veces me pregunto qué hago mal, cómo llegué a esta situación... soy un caso extraño… sin amigos, sin vida social, supongo porque me siento tan mal conmigo misma que para no sufrir más me encierro en mi caparazón; no llamo la atención, soy invisible; no cuento, haciendo analogía me siento número primo, sola; como un naufrago en medio del pacífico; un barco a la deriva... qué mal estoy, me doy cuenta, pero me encuentro tan perdida que no sé hacia qué punto cardinal tengo que girar, no sé qué hacer, creo que necesito ayuda pero no puedo permitírmela, y sé que yo sola no puedo pero tampoco tengo a nadie con quien hablar, nadie me escucha, siempre que intento empezar a hablar, se cambia de tercio, a nadie le interesa ayudarme, no quieren ayudarme, no saben ayudarme pero yo tampoco emprendo ninguna acción, respirar no es ninguna acción, no se puede vivir sólo de eso, me gustaría tener amigos, compañeros y amantes pero me doy cuenta que nada de eso tengo; los amigos escuchan, los amantes se aman… 

Me ahogo…

martes, 15 de octubre de 2013

No es contar "batallitas"



Me estoy dando cuenta de que en estos días me siento especialmente sensible ante algunas cosas que me rodean... aquí os dejo un texto de reflexión.

Escuchar contar historias, vivencias y sucesos pasados en los que uno mismo se presenta como protagonista destacado, es un placer... mientras uno habla apasionadamente de su vida ya lejana, yo escucho con atención, aprendo. Aprovecho ese instante para empaparme bien de la belleza del relato que se explica con ingenio… con músculo… con el corazón… a veces sólo pretende distraer y transportar a un tiempo pasado… ése que yo no he conocido y que me gusta conocer.. ése que no he vivido y me gusta vivir… una y mil veces si hace falta.

Los jóvenes (y no tan jóvenes) caemos en la tentación de pensar que contar episodios peregrinos o de repetirlos es algo que te ocurre en la vejez y que no deja de ser un “coñazo”... pero a mi me fascina pensar que, en el fondo, disfruta reviviéndolos, es su vida, a veces, amena, otras sabia, otras sorprendente, otras geniales… otras de prodigiosa memoria… No todo el mundo tiene un pasado de cine, yo la primera de la lista, pero, precisamente, los mayores de hoy son protagonistas de episodios de la vida de antaño tan reales que, a veces, superan la ficción.

Es una pena que los jóvenes (y no tan jóvenes) se pierdan tanta riqueza, tanta emoción, tanto glamour en directo, por fiarse de una etiqueta equivocada... ellos han sido, son y serán siempre interesantes.

No pertenezco al club “veteranos no pintáis nada”. No renunciéis nunca a vuestro derecho intangible de hablar (y de ser escuchados).