El shock de un despido e independientemente de si es inesperado o
no, se puede igualar a cuando nos dan una noticia crítica. Pasamos por
diferentes fases, terminando en la aceptación (almenos eso espero, llegar al
final de todas las fases).
La primera, la Negación.
Cuando recibimos una noticia de ese estilo, pensamos que no nos
está pasando a nosotros. Nos intentamos proteger de la forma que sea, de esta
realidad que no nos gusta… ocultarla a la familia, a la pareja, etc…, pero la
consecuencia de realizar la anterior acción, es todavía aún mayor, te genera
desconfianza, dolor… Así que recomiendo, hablar, no encerrarse en uno mismo y
sobre todo aclarar la maraña de pensamientos que tienes en esos momentos. Aunque
sea contigo mismo y en voz alta si no hay nadie más. Escribiendo.
Entre lloros, me digo: “Voy a quemar la empresa, me habían
prometido una cosa el mes anterior y mira ahora... Sólo quiero matar a uno que
sé yo”. Desde fuera parece un comentario exagerado, pero creo que todos
cuando pasamos una situación parecida, tenemos casi los mismos pensamientos.
Manteniendo esta Ira, por mucho tiempo, solo resultamos
dañados nosotros, nadie más. Daña nuestra autoestima y, sobre todo, nuestra
seguridad.
La mejor forma de superar un trauma, es hablando, hablando y
hablando. ¿Y tú hablas de tu trauma?
Continuará...
No hay comentarios:
Publicar un comentario